Y me uno a tu desdoblado cuerpo

Posted On 28.12.08 by Hierba Amarga |





"No puede ser malo aquello que me hace feliz.

Puedo decir que tras un largo periodo de dormitar, gemir, arrastrarme, llorar, rasgar mi carne y gritar mi desgracia, ahora se cómo despertar cada mañana sin desear que ese ángel que solía ahogarme en susurros, me llevara de una vez por todas…


Ahora les tengo a los dos. Desde ahora seremos tres.

Uno me da ese gusto por la carne, por la pasión, por querer alcanzar la muerte en los más dulces brazos de aquella cama de venas que surten nuestros cuerpos de sangre y deseo. Deseo… eso siento por vos. Y ¿amor?.

El otro me da la alegría de saber que no estoy sola. El otro me sorprende con la similitud de nuestras almas. Almas parchadas y remendadas por desastres tan comunes pero que nos dejaron heridas tan profundas como distintas.


A los dos les escribo esta noche y me repito: no puede estar mal aquello que me hace feliz.

Me llevan a la cima del placer, me obligan a buscar más, a obsesionarme hasta el cansancio, hasta que el sueño me vence y caigo rendida. Rendida de tanto querer, de tanto anhelar y me asfixia la ansiedad…¡Quiero más!

Estoy en la angustia, estoy en la tristeza, estoy mirando desde esta ventana, estoy golpeando la vuestra, y también vuestras puertas. Nunca me sentí más llena, más repleta de sentimientos, más cargada de emociones. Soy plena… Dios mío.


¿Y no es sino pecado nombrar a Dios en esta carta?.

Nací con el pecado marcado en mi frente, con la vulgaridad del abandono clavado en mi pecho y con la ausencia tomando mi mano herida. Sí, soy la hija del pecado.

Dios, el universo, lo infinito… Todo eso me lleva hasta esos brazos, hasta ese lecho construido de sueños, poemas, imágenes, más deseo, tonos rojos y aromas de sudor.


Seré por ahora vuestra Venus. Seré mañana, una perdición.


Seremos tres las almas perdidas en el camino. No habrá luz que nos guíe, sólo un callejón que albergará estos cuerpos extasiados y embebidos de egoísmo.


Soy una cruz. Vosotros seréis mi cruz. Uno más que otro, porque a uno le amo y al otro sólo le pido que cuide mis miedos, que también son los suyos.


Somos tres cadáveres que buscan sepultura. Somos tres muertos en vida que buscan una tierra para su descanso. Hemos dejado de batallar o simplemente no hemos querido entender que esta lucha recién comienza.

Y ahora tendida sobre páginas y páginas que describen esta aventura, descansáis vosotros, gemelos oscuros y tan cálidos. Cuiden de mis sueños así como yo velaré por los vuestros. Me he vuelto guardiana y amiga, amante y tirana…Me he convertido en la única salida que existe…


Nos hemos convertido en perdición e inocencia. Inocencia salida desde nuestros más secretos anhelos. Tres niños jugando en este gris mundo que se nos viene como una avalancha, que nos acecha con sus acertijos, con sus laberintos que nos alejan y pronto nos acercan para hacernos uno.

Ayer, hoy, mañana…Seremos tres. Tres los condenados y tres los redimidos en sangre, en sueños, en risas, en suspiros…


Esta mañana fuimos fantasías hechas carne, materializadas al salir el sol que más tarde nos dejaría en el más profundo sopor.


Tres. Siempre tres.

Tres almas.

Tres cuerpos.

Tres no vivos.

Tres que sangran.

Tres de la mano, hasta que uno de nosotros corte la cadena que nos amarra.

Tres, sólo hasta que uno de nosotros diga adiós:¡He encontrado el camino de regreso a mi más plena niñez!. La inocencia de amar sin herirme, puramente.


Hasta que ya seamos sólo polvo, deshechos, ebrios del uno y del otro…Hasta que nos rebelemos y seamos uno cada vez, un cuerpo sin ataduras, sin necesidad de vos o de mí.


Hasta que ya no veamos nuestros rostros. Hasta que el deseo nos haya consumido hasta convertirnos en las más tiernas ceniza"

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