En enero, blogueros nacionales e internacionales analizaron la evolución de los blogs. De izquierda a derecha, José Luis Orihuela, Roberto Arancibia, Guido Cabrera y Daniel Vak Contreras.

By Carolina Soledad

(www.twitter.com/carolinasoledad)

Cuando a en los ’90 aparecieron los primeros blogs, nadie pensó que tendrían un éxito como el que tuvieron en su momento, ni que de pertenecer a un grupo reducido que los utilizaba más que nada como bitácoras de vida, pasarían a ser herramientas tan masivas y útiles como lo son hoy. A pesar de que existen algunas voces que dicen que los blogs están en crisis, que murieron, lo único que les puedo responder es que: ¡ni lo uno, ni lo otro señores!. Sólo pasó su boom, ya no son moda, pero jamás han desaparecido ni han decrecido.

Tal como lo postula Lavoisier en su Ley sobre la conservación de la Materia: “Nada se pierde…sólo se transforma”, los blogs han pasado de ser meras plataformas para escribir lo que se piensa sobre algo a plataformas de comunicación global sobre miles de temas y con la interacción de diversas aplicaciones que los han hecho más dinámicos y llamativos.

Ahora el contenido multimedia es esencial en estos sitios, la posibilidad de enlazar videos, otros blogs, compartir el contenido que nos interesa en otras redes sociales como Facebook o Twitter, el poder subir infinidad de material fotográfico y conectar el blog con Flickr, ha significado todo un avance y una evolución sin lugar a dudas. Y de esto, hay que dar gracias a aquellas personas que hacen posible el uso adecuado de la tecnología y que de paso, nos permiten entretenernos por mucho tiempo jugando con nuestros sitios, actualizándolos y curioseando en otros.

¡Los Blogs están vivos!

En el Seminario organizado por el Observatorio de Comunicaciones Digitales OCD, “La mutación de los blogs, nuevas tendencias en la blogósfera chilena”, una serie de expertos y blogueros se reunieron para analizar qué ha pasado con el desarrollo del blog. Entre estos panelistas pudimos escuchar a José Luis Orihuela, Juan Carlos Camus, Roberto Arancibia, Nicolás Copano, Miguel Paz, Pablo Mancini () , Joaquín Santelices, Sebastián Campaña, Manuel Contreras ‘el bueno’, entre otros.

José Luis Orihuela, académico y bloguero argentino, fue categórico al decir que “lo único que ha muerto es la capacidad de los medios para gestionar y manejar el espacio de la información, el que ahora comparten con miles de personas y la razón por la que los blogs están vivos es porque han sido capaces de mutar”.

Hoy los blogs no sólo son utilizados por usuarios que quieren expresar algo, compartir experiencias y datos interesantes para una comunidad, sino también por empresas, instituciones y corporaciones que desean promover un producto, una idea o un personaje, etc. Los medios de comunicación han visto cómo los blogueros se han convertido en fiscalizadores de los hechos, en denunciantes de las irregularidades, en constantes vigilantes y perfectos dateros. Por cierto, grandes empresas periodísticas han incluido en sus versiones digitales, espacios donde destacados blogueros exponen sobre temas contingentes.

Tal parece que ha habido una evolución tal, que podría decir que el blog ha madurado, pero no muerto.

Para Roberto Arancibia, el blog ha mutado, “¡porque todos mutamos!”. En resumidas cuentas, los blogs son lo que nosotros somos y nos reflejan. Asimismo, ante la pregunta sobre cómo escribir, el bloguero chileno dijo: “¿Cómo escribir?. Desde la guata. Ese es el consejo que le doy a quienes comienzan en esto”.

Del texto eterno a los 140 caracteres

Además de haber mutado los blogs, también ha cambiado la forma de comunicarse entre usuarios y de establecer comunidades. Desde el nacimiento de Twitter, miles de personas se volcaron hacia el microblogging o nanoblogging, resumiendo en sólo 140 caracteres sus mensajes y textos. Además de esta plataforma existen Jaiku, Tumblr, Thumbcast, Twingr, Jisko, entre otros.

Tal como señaló Miguel Paz, periodista chileno, los twitts emulan la pirámide invertida, pero como una estructura más pequeña que el Lead o primer párrafo de una noticia y que responde a las 6 W.

Juan Carlos Camus, periodista y académico chileno, destacó la capacidad de organización con que Twitter aporta a la comunidad: “El cambio central está en la velocidad, escribes desde el corazón pero puedes arrepentirte. Además, Twitter permite la organización por su inmediatez, a diferencia del blog”.

Blog o microblog su valor y utilidad son variadas. Estamos ante usuarios que no sólo poseen cuentas personales en Blogger, Wordpress o Bligoo, sino que también mantienen sitios profesionales o de otra característica. El usuario actual, a través de sus demandas, ha ayudado a que el Blog mejore cada día más y permita encontrar en éste, un soporte completo gracias a la multimedia y a la hipertextualidad.

Ayer fue el blog, hoy es el nanoblog. Mañana… ¡Quién sabe!.

Actualmente, contamos con una multiplicidad de aplicaciones y herramientas digitales que nos permiten estar interconectados con usuarios de todo el mundo. Asimismo, tenemos la libertad de opinar y escribir sobre cualquier tema que (según explicaba Jose Luis Orihuela en clases) nos apasione.

Claro está que esa libertad muchas veces es violada, transgredida, arrebatada, como a muchos colegas periodistas y comunicadores les está ocurriendo en países que no respetan la libertad de expresión por considerarla un peligro para su régimen (Hierba-Amarga).

Como usuario, podemos cumplir diversos roles, es por eso que dentro de la blogósfera podemos encontrar: blog profesionales, corporativos y personales. A modo de ejemplo pueden visitar: Agrocluster, como blog institucional que está a mi cargo y a través del cual intento difundir noticias generadas por la actividad que realiza la entidad donde trabajo.

Además de mantener este blog perteneciente al Parque Científico Tecnológico Industrial de Quillota (Chile), he creado Hierba-Amarga y Clementine80. Éste último, fue el primero que creé el pasado 2008 pensando en un lugar más personal, donde pudiera escribir sobre cualquier cosa. Sin embargo, caí en la cuenta de que, el nombre que le había colocado al blog era sí muy personal (Clementine, mi nick en msn), pero nada de lo que escribiera allí sería privado. Más de alguien vio que construía y alimentaba un blog, les llamó la atención y lo visitaron.

Nada de lo que publiquemos en la web es privado, al menos en nuestros blogs. Si hasta TwitterFacebook, también lo es a pesar de que tener la posibilidad de hacer que nuestro perfil y sitio lo vean sólo algunos. es público, porque ya formamos parte de una comunidad, que se entera de lo que pensamos, sentimos, hacemos o dejamos de hacer.

El mundo del blog nos ofrece una herramienta a la que podemos darle múltiples usos: promocionarnos profesionalmente (Una Temporada en el Infierno) para promover un libro, para que nos valoren como poetas, para desahogarnos, para difundir información sobre tal o cual candidato político. Un sin fin de objetivos.

Podemos recibir o no remuneración a cambio de escribir en un blog, pero lo cierto, es que no hay nada como poseer uno propio, nacido del propio intelecto y muchas veces, desde las entrañas (”de la guata”, citando a Roberto Arancibia, reconocido bloguero chileno). Un blog propio, es como nuestro propio Frankestain, al que mantendremos con vida no a través de choques eléctricos, sino que con comentarios actualizados, fotos refrescantes e interesantes o simplemente contando frecuentemente qué es lo que pasa por nuestras mentes. Ojo, siempre, de forma locuaz porque nos enfrentamos a usuarios cada vez más exigentes y deseosos de disfrutar lo que tienen ante sus ojos.

Informar se sigue pagando con la vida. Un total de 60 periodistas fueron asesinados durante 2008 en el ejercicio de su profesión, según el cómputo de Reporteros sin Fronteras (RsF).